La iluminación de ambientes a través de lámparas de mesa, consiste en un manejo perfecto de los puntos de luz en un espacio. En este sentido, los diseñadores basan sus proyectos en la observación de dos fuentes de luz: las naturales, como la luz del sol y las artificiales, como la luz creada por las lámparas.
La luz artificial se divide en 3: iluminación general, puntual y de exposición. Los productos que se utilizan en la iluminación puntual son las lámparas de mesa, lámparas de escritorio y lámparas de pie, siendo las primeras las más usadas y conocidas. En los proyectos de iluminación puntual, se tiene por objetivo iluminar zonas específicas, principalmente de trabajo, como escritorios, o actividades, como en las áreas destinadas para lectura y escritura.
Es sabido que una intensidad alta puede provocar que los ojos se cansen más fácilmente, lo que provoca, no solo un diseño mal logrado, sino también una baja productividad en espacios corporativos. Tomando como referencia lo antes dicho, uno de los mayores errores en los proyectos de iluminación puntual es pensar que entre más luz se proyecte en un punto concreto, es mejor.
El tipo de luz, en este caso de las lámparas de mesa, debe ser moderada y constante. Además, debe evitar deslumbrar y proyectar una gran cantidad de sombras, pues de esta forma se logra una iluminación funcional perfecta.
Actualmente, las lámparas de mesa tienen una gran cantidad de opciones, desde diseños simples, hasta lámparas de gran presencia que resaltan en ambientes modernos. La elección de un tipo de lámpara debe ir acorde con la luz general del espacio que se desee diseñar, así como también con el tipo de mobiliario.
