
Bernoulli Salvador: un referente de arquitectura
El Bernoulli Salvador representa un nuevo estándar en arquitectura escolar: un proyecto desarrollado por BCMF Arquitetos, pensado para albergar a más de 1,600 alumnos desde educación infantil hasta bachillerato, integrando espacios de aprendizaje, recreación y comunidad en una infraestructura moderna y flexible. Con una superficie construida de 16,000 m² emplazada en un terreno de aproximadamente 4,226 m² en el barrio Caminho das Árvores, Salvador (Bahia, Brasil), Bernoulli Salvador destaca por su volumetría y su compromiso con la sostenibilidad y el confort ambiental. Diseño arquitectónico: modularidad, flexibilidad y paisaje El proyecto se organiza en dos bloques principales ortogonales de siete niveles, dispuestos con un ángulo de 20° para adaptarse a la curva de la vía Alameda das Catabas y abrirse hacia la llanura y el paisaje al este. Bloque Norte: alberga las aulas y espacios para educación infantil, primaria y secundaria, además de áreas de apoyo y zonas de recreación. Bloque Sur: comprende aulas adicionales, una cancha cubierta, oficinas administrativas, biblioteca, auditorio y espacios recreativos, conectados mediante rampas que recorren los niveles, promoviendo accesibilidad y circulación fluida. La estructura de concreto prefabricado, organizada en módulos de 7.5 metros, permite adaptabilidad en el uso del espacio a lo largo del tiempo. En el sótano se contemplan 127 plazas de estacionamiento. En la azotea —séptimo piso— se encuentran canchas polideportivas cubiertas, con altura considerable, resaltando la versatilidad del edificio. Asimismo, vacíos estratégicos en las fachadas y la disposición de “escaleras-butacas” permiten que la circulación se convierta en espacio de socialización, recreación y descanso, reforzando la convivencia y el dinamismo propio de una institución educativa. Enfoque sostenible y confort ambiental En el diseño del Bernoulli Salvador, la sostenibilidad y el confort ambiental son pilares fundamentales. Se utilizan brises orientados adecuadamente para minimizar la ganancia solar directa en aulas, gimnasios y otros espacios sensibles, reduciendo la necesidad de climatización artificial y mejorando la eficiencia energética. Las instalaciones eléctricas, hidráulicas, acústicas y de aire acondicionado se dejaron expuestas al estilo industrial —una decisión estética y funcional—, lo que facilita el mantenimiento y futuras adaptaciones, además de integrarse a la ambientación general del edificio. El diseño interior






















