
Casa Pirules: una obra contemporánea
La Casa Pirules se sitúa en el borde del barrio Valle del Maíz, uno de los barrios más antiguos de San Miguel de Allende, en México. El terreno presenta una topografía pronunciada y está poblado por vegetación nativa, característica, árboles de pirul, huizaches, mezquites y nopales, lo que marca gran parte de la propuesta arquitectónica. El diseño del proyecto responde a una organización urbana tradicional: las calles siguen las curvas de nivel del terreno, y las parcelas descienden longitudinalmente con la pendiente natural. Este patrón remonta a criterios hidráulicos y agrícolas históricos, que permitían aprovechar la escorrentía del terreno para riego. En contraste con desarrollos recientes que buscan uniformidad o enclaves cerrados, Casa Pirules se inserta respetuosamente al contexto: mantiene la escala, proporción y conexión directa con la calle como muchas parcelas en el barrio. Concepto arquitectónico y estrategia de diseño El proyecto prevé seis casas similares en ese contexto, todas pensadas por Escobedo Soliz. Cada vivienda adopta una disposición repartida en cuatro volúmenes independientes, los cuales alojan las distintas funciones del programa. Desde la calle hacia el fondo del terreno, la secuencia espacial se organiza así: volumen destinado a tienda, luego dormitorio, seguido de cocina/servicios, y finalmente sala-comedor. Esta fragmentación volumétrica permite adaptarse a la topografía, cada lote tiene desniveles y vegetación y acomodar los árboles existentes: la ubicación de los volúmenes varía según la posición de los árboles, con el fin de preservarlos. Entre los volúmenes hay patios, pórticos, jardines y escaleras, generando recorridos variados, cambios en altura, luz y ventilación, además de incorporar elementos como agua y vegetación para matizar ambientes. Esta estrategia no solo optimiza la relación entre interior y naturaleza, sino que permite una experiencia espacial rica: los habitantes transitan desde la calle hacia el fondo del terreno atravesando espacios intermedios que dialogan con el entorno natural. Materialidad, construcción y confort ambiental Uno de los pilares del proyecto es el uso del ladrillo como material predominante. El ladrillo se seleccionó por ser local, económico, versátil, permitiendo modular alturas y plataformas mediante su uso como unidad estándar, y por su capacidad de adaptarse al contexto regional






















