
Domo Hata / Anastasiya Dudik
En el desierto de California surge HATA, una cúpula de hormigón de 159 m² que combina escultura, arquitectura y durabilidad. Diseñada y construida por la autodidacta Anastasiya Dudik, esta estructura demuestra que es posible crear espacios con intuición y sensibilidad artística. Más que una construcción, HATA es un refugio escultórico, donde el hormigón desafía el entorno árido con elegancia y fuerza. Termorregulación pasiva: cómo la cúpula de HATA vence al desierto Arraigado en lo que Dudik denomina diseño primitivo del futuro, HATA se basa en la lógica arquitectónica ancestral -formas curvas, masa térmica, materiales elementales-, al tiempo que aborda las necesidades futuras de resiliencia climática y adaptabilidad fuera de la red. Construida con airform, barras de refuerzo, hormigón proyectado y estuco, la cúpula ofrece resistencia al fuego, seguridad sísmica y un rendimiento térmico pasivo ideal para el duro clima del desierto. La extraordinaria historia detrás de la cúpula de Sawtooth Situada frente a las montañas Sawtooth, la silueta de la cúpula emerge como una forma geológica, a la vez antigua y desconocida. Pero más allá de su impactante apariencia hay un singular relato del proceso: Dudik concibió, diseñó, gestionó y ejecutó todos los aspectos de la construcción sin un título de arquitectura ni una empresa constructora. Desde la envoltura estructural hasta el mobiliario integrado en la roca, HATA es un raro ejemplo de autoría verdaderamente holística. Monumentalidad domesticada: el hormigón que acoge en lugar de imponer Su armazón de hormigón hace un guiño al Brutalismo, pero lo suaviza, cambiando la monumentalidad por la intimidad. Influenciada por los edificios de la época soviética de su infancia ucraniana, Dudik reinterpreta el material con fluidez emocional: curvas suaves, transiciones orgánicas y luz natural evocan refugio en lugar de imposición. Un mundo sin bordes: cuando cada detalle se funde con el paisaje En su interior, HATA disuelve las fronteras entre arquitectura, arte y paisaje. La luz del día se filtra por las paredes curvas de yeso. Los muebles empotrados surgen orgánicamente de la roca. La acústica se silencia. La experiencia espacial se vuelve meditativa, sensorial y reparadora. Un nuevo lenguaje para habitar el mundo