Bamboo es un restaurante en playa del carmen que se encuentra en el hotel Secrets Moxché, ubicado en Playa del Carmen. Inspirado en la vegetación autóctona de la región y su geometría orgánica, la cubierta sigue los principios estructurales de las hojas, compuestas por una zona plana, la lámina, y un pecíolo que proporciona soporte central y la conecta al tallo. Este enfoque biomimético se traduce en una arquitectura singular, liviana y flexible, que abraza al usuario de manera envolvente y presenta de manera refinada el comportamiento de sus componentes.
Los soportes iniciales constituyen las piezas metálicas diseñadas exclusivamente para este proyecto y sirven como la base principal de donde emergen las columnas centrales, similar a los pecíolos en una planta. Estas columnas se curvan y se pliegan sobre sí mismas, transformándose en vigas y contornos que dan forma a la estructura orgánica que se extiende por toda la cubierta. El bambú desempeña un papel crucial como material, ya que sus propiedades permiten la fabricación de este tipo particular de vigas.
De estas vigas surgen elementos cilíndricos simétricos de manera perpendicular, dando forma a una cubierta que se sostiene imitando la función de las nervaduras en una hoja.
Las columnas proporcionan el respaldo final al proyecto. Se emplearon elementos cilíndricos de guadua angustifolia, permitiendo romper con la verticalidad típica de una columna convencional y generando un componente que se convierte en parte decorativa de la composición. Esto se logra al reinterpretar los tallos de una planta, los cuales, desde un eje común, se elevan hacia arriba con inclinaciones particulares, imitando la naturaleza misma.
Sobre esto, la cubierta está conformada por un entramado de listones de bambú entrelazados de manera que forman un patrón de tejido romboidal. Este detalle sutil se hace evidente al acercarse desde el interior y contrasta con una retícula y un orden cuadrangular que, al ampliarse de manera significativa, se convierte en algo orgánico y curvo.
Mediante el uso de diferentes programas informáticos, se consiguió desarrollar un modelo tridimensional que simulaba el comportamiento del bambú. Este modelo no solo posibilitaba evaluar la cantidad de material necesaria y su costo, sino que también representaba la fusión exitosa entre tecnología y naturaleza. Esta integración se lleva a cabo y perfecciona en cada uno de nuestros proyectos, generando un enfoque de trabajo más eficiente con el bambú. Como resultado, se revela una propuesta arquitectónica única, con el potencial de ofrecer soluciones creativas para los espacios del futuro.
Fuentes: stepienybarno.es / archdaily.mx