Casa Pakaal es una antigua casona que data de principios del siglo XX, ubicada en el histórico barrio Santiago en Mérida. Al ingresar a la residencia de 350 metros cuadrados, destaca una sala con techos de cinco metros de altura, vigas y viguetillas de madera originales, y un piso diseñado ex profeso con tres patrones diferentes para conservar su personalidad. Esta primera crujía fue restaurada en su totalidad, como homenaje a su pasado arquitectónico.
Intervención contemporánea con respeto al entorno
En las áreas posteriores, donde la estructura original se encontraba deteriorada, se optó por una intervención contemporánea cuidadosamente planificada. Se instalaron vigas metálicas tipo “I” apoyadas sobre los muros originales, sobre las cuales se colocó una nueva losa con recubrimiento de chukum una técnica tradicional y regional, combinando lo antiguo con lo nuevo.
Espacios de convivencia que dialogan con naturaleza e historia
La cocina interior conserva sus muros originales, contrastando con un diseño moderno y un piso de pasta, una propuesta que equilibra pasado y funcionalidad contemporánea. Hacia el exterior, la terraza y el comedor al aire libre se conectan con un espejo de agua y un deck de madera de tzalam, sobre la piscina de chukum: un rincón ideal para la convivencia, con luz y sombra que cambian durante el día.
Privacidad, naturaleza y atmósferas envolventes
La zona privada de la vivienda aprovecha la vegetación existente: sus cinco habitaciones, incluida la principal, se distribuyen alrededor de árboles maduros, integrando naturaleza y arquitectura de manera orgánica. Los volúmenes contemporáneos que alojan las recámaras emplean texturas distintas chukum, mortero con barro, piedra, generando atmósferas diversas que dialogan con la historia de la casona.
Una propuesta que honra la historia sin renunciar al confort moderno
Casa Pakaal representa un equilibrio inteligente entre memoria y modernidad: respeta los vestigios originales, muros, vigas, altura, texturas mientras incorpora tonos actuales, materiales contemporáneos y una distribución pensada para la vida moderna. El resultado es una vivienda que invita a habitar su pasado y su presente a la vez, ofreciendo espacios llenos de carácter, confort y armonía con su entorno.
Fuentes: www.revistadeck.com


