
Residencia RDJ: Integración Armónica
La Residencia RDJ se erige en una pendiente dentro de una reserva natural, con el objetivo de integrarse de manera armónica al paisaje. El diseño de la vivienda busca que la casa no solo sea parte del entorno, sino que también resalte por su capacidad para adaptarse al terreno inclinado. A través de una estructura que se extiende gradualmente hacia el subsuelo y varios pabellones que acompañan el recorrido descendente, la residencia se camufla visualmente con el paisaje natural, creando una relación íntima entre la arquitectura y la naturaleza circundante. Este proyecto busca demostrar que la arquitectura no tiene que ser intrusiva, sino que puede convivir respetuosamente con su entorno. Distribución de la Residencia RDJ: Espacios Conectados con el Exterior La casa principal de Residencia RDJ se organiza en dos niveles, cada uno diseñado para responder a las necesidades de los habitantes mientras se maximiza la conexión con el paisaje. En la planta baja, que alberga las áreas sociales, se encuentran el salón, el comedor y una cocina gourmet de concepto abierto. El diseño de estos espacios está pensado para que los grandes ventanales disuelvan las fronteras entre el interior y el exterior, fusionando la vivienda con la naturaleza circundante. El uso de materiales como el travertino en los pisos y la madera natural en los techos aporta calidez y elegancia al ambiente. Además, el área social se abre hacia el césped y las vistas panorámicas, lo que permite disfrutar del paisaje desde cada rincón de la casa. La piscina, que parece flotar sobre el terreno, actúa como una extensión del jardín, reforzando la sensación de integración con la naturaleza. Diseño de los Dormitorios: Privacidad y Vistas Inigualables En el lado opuesto de la casa, se encuentran los dormitorios, ubicados en un volumen ligeramente inclinado con una fachada revestida en madera grisácea. Este cambio de orientación de la estructura permite crear un amplio voladizo que alberga la suite principal. El diseño de esta zona, junto con las jardineras alineadas a los aleros, abre el espacio hacia el paisaje y ofrece vistas de 180 grados, lo que asegura un entorno privado,