Arquitectura Adaptativa en San Luis Potosí

Gran envergadura en la pintoresca extensión montañosa que atraviesa el icónico Parque Tangamanga en San Luis Potosí, México.

La tarea inicial de este proyecto implicaba la creación de un espacio de exposición y venta convencional para un nuevo desarrollo inmobiliario de gran envergadura en la pintoresca extensión montañosa que atraviesa el icónico Parque Tangamanga en San Luis Potosí, México.

A lo largo del proceso de diseño y análisis, se hizo evidente que el proyecto presentaba una excelente oportunidad para reinventar el programa y construir un edificio que, inicialmente, destacara como un ícono en el terreno y, posteriormente, se integrara a un complejo más amplio. Esto permitiría una adaptabilidad en el uso de sus espacios y garantizaría una duración sostenible para la comunidad futura. El programa resultante y la solución formal establecen una conexión cercana con la topografía accidentada del sitio y las vistas panorámicas al parque que atraviesa el bulevar.

El ingreso al edificio se ubica en la cima de la colina, donde la estructura se fusiona armoniosamente con el terreno, simulando un entorno parqueado que asciende de manera gradual y guía a los visitantes hacia una terraza panorámica. Desde este punto se enmarcan las vistas de la ciudad y del parque. Luego, se desciende entre paredes escultóricas de hormigón para llegar a un acogedor vestíbulo y espacios interiores. La disposición interna del edificio mantiene la idea de la colina, incorporando un anfiteatro y un área de doble altura que ofrece un flujo dinámico y siempre cambiante. Este anfiteatro será utilizado para conferencias, presentaciones y espectáculos, mientras que los espacios de apoyo incluirán áreas de coworking y exposiciones, salones, una cocina de catering y oficinas.

La elección de materiales evoluciona desde las formas de hormigón con carácter estereotómico que interactúan con el terreno, hasta la piel perforada más ligera y el uso de vidrio que se vincula con la luz natural y las vistas circundantes. El lenguaje binario del diseño refleja su conexión con el programa interno, reservando lo sólido para los espacios más privados y adoptando lo permeable para abrazar las áreas de reunión colectiva. La experiencia del edificio experimenta una transformación continua a medida que transcurre el tiempo y varía la iluminación.

Este proyecto se convirtió en disruptivo al cambiar la perspectiva de los desarrolladores sobre cómo interactúan con un terreno y con las futuras comunidades que construyen. Además, ofrece una nueva forma de convertir estructuras de venta temporal, con escaso o nulo valor arquitectónico, en edificaciones permanentes con una identidad clara, viabilidad financiera y una evolución constante.

Fuente: arquine.com

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