Contemplen el reto arquitectónico más destacado de nuestro siglo, en el que la geometría desafía los límites previamente establecidos. En el corazón de la bulliciosa Ciudad de México se encuentra el majestuoso edificio MO288, una auténtica obra maestra arquitectónica que desafía las normas convencionales y nos invita a embarcarnos en un emocionante viaje hacia el futuro de la arquitectura. Este impresionante edificio, diseñado por el prestigioso equipo de HGR Arquitectos, es un ejemplo de creatividad y soluciones ingeniosas que han transformado un pequeño terreno triangular en un espacio habitable, cómodo y lleno de detalles sorprendentes. Su forma triangular, su estratégica ubicación y sus innovadores enfoques de diseño lo convierten en una verdadera joya en el entorno urbano.
Desde el principio, los arquitectos de HGR, bajo la dirección de Marcos Hagerman, comprendieron que estaban afrontando un desafío excepcional al encarar un terreno de forma triangular. En lugar de sentirse abrumados, se entusiasmaron ante la oportunidad de innovar. Su objetivo estaba claro: diseñar viviendas cómodas y espaciosas en un espacio de dimensiones limitadas. ¿El resultado? Un edificio residencial de seis pisos con 15 departamentos, situado en la dirección Calzada Melchor Ocampo # 288, en la colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, todo en un área de terreno que abarca apenas 292 metros cuadrados.
El proceso creativo detrás de la construcción del Edificio MO288 fue un verdadero desafío que requirió ingenio y perseverancia. Los arquitectos trabajaron diligentemente, desarrollando múltiples prototipos y perfeccionando la disposición de los espacios hasta alcanzar la excelencia. No tenían otra opción, ya que el terreno que ahora ocupa MO288 fue demolido debido a los graves daños causados por el terremoto del 19S en la ciudad. Esta experiencia no debe repetirse, por lo que, además de implementar soluciones ingeniosas que aportan un alto nivel estético, también consideraron los riesgos y las necesidades asociadas a vivir en la ciudad.
Aprovechando la configuración triangular del terreno y sus dos frentes de calle, los arquitectos permitieron que su intuición geométrica se desplegara, dando forma a un camaleón arquitectónico que cautiva de inmediato. Desde el exterior, este edificio se destaca como un punto luminoso en medio del paisaje urbano. Su diseño exterior atrae la atención desde la calle y te invita a explorar una nueva dimensión de la arquitectura. Sin embargo, al cruzar el umbral, el edificio te da la bienvenida con una atmósfera de simplicidad y sofisticación que se integra armoniosamente con su entorno.
Explorar el edificio es una experiencia verdaderamente impresionante para los sentidos. A través de un ingenioso uso del concreto armado y tabiques, se crearon espacios regulares y ángulos rectos que dan la impresión de flotar en el aire. Los balcones alternados y las terrazas se asemejan a puentes hacia el futuro. En su interior, un patio central conectado con las áreas de circulación vertical (ascensor y escaleras) crea un ambiente acogedor en medio de la estructura de concreto. Además, las ventanas con vidrio esmerilado en los baños y las áreas de lavandería te envuelven en una sensación de serenidad y bienestar en medio del ajetreo urbano. Sus fachadas de concreto a la vista transmiten una sensación de solidez y seguridad, mientras que los barandales de herrería negra y la carpintería de aluminio negro aportan un toque de elegancia y modernidad.
Aquí, la arquitectura no solo busca ser práctica, sino también expresiva. La sensación de tranquilidad y serenidad que se percibe en todos los rincones te envuelve, ofreciendo un refugio de paz en medio del ajetreo urbano. Los pasillos con vegetación y el patio central se transforman en un oasis de calma y conexión con la naturaleza en medio de la ciudad. Gracias a sus jardineras, terrazas en pancoupé y una cuidadosa disposición de la vegetación, el Edificio MO288 se convierte en un microcosmos lleno de encanto y detalles cautivadores.
Fuente: admagazine.com