Ubicada en el corazón de San Miguel de Allende, Altar Casa Arca se define por su entorno y clima, estableciendo una conexión única con la arquitectura histórica de la ciudad. Su diseño enmarca vistas estratégicas hacia la Parroquia y cúpulas de los siglos XVIII y XIX, creando un vínculo visual y cultural con el paisaje urbano.

Arquitectura adaptada al clima desértico
El proyecto responde a las condiciones climáticas de la región, caracterizadas por cielos despejados y lluvias esporádicas. La disposición arquitectónica se articula en torno a recorridos de sombra y ventilación natural, donde las estructuras de acero ensambladas generan un ritmo visual y estructural dinámico, permitiendo una configuración permeable y ligera.

Solidez y ligereza en los materiales
La presencia del acero en su estado natural refuerza el contraste entre solidez y ligereza, creando espacios abiertos y flexibles. Este material, junto con un sistema de textiles retráctiles, favorece la climatización pasiva, filtrando la luz y regulando la temperatura de los interiores.

Creación de atmósferas con Materiales Naturales
Los materiales empleados desempeñan un papel esencial en la atmósfera del proyecto. Pisos de terrazo y muros de cal y tadelakt, elaborados por Rodrigo Bear, aportan textura y profundidad a los espacios, reflejando la luz cambiante a lo largo del día. La combinación de superficies lisas y rugosas enriquece la experiencia sensorial, generando una sensación de permanencia y confort.

Paisajismo sustentable y conexión con el ecosistema
El diseño paisajístico, desarrollado por OCD en colaboración con Nadyeli Quiroz, incorpora especies endémicas como agaves, cactus, yucas y plumerias, dispuestas entre piedras y gravas de la región. La vegetación no solo embellece el espacio, sino que refuerza su vínculo con el ecosistema inmediato, anclando el proyecto a su contexto natural.

Artesanía mexicana y diseño contemporáneo
El mobiliario y la decoración de Taller Luum resaltan la riqueza de la artesanía mexicana mediante el uso de madera, textiles hechos a mano y luminarias de cobre. Estos elementos aportan identidad al espacio, estableciendo un diálogo entre tradición y diseño contemporáneo, enriqueciendo la experiencia estética y funcional.

Un espacio flexible y arraigado
Altar Casa Arca representa un equilibrio entre arquitectura y lugar, donde la luz natural, estrategias bioclimáticas y materiales locales convergen para crear un espacio envolvente y dinámico. Las sombras se desplazan, los materiales respiran y los espacios permanecen abiertos a su entorno, generando un refugio en constante evolución y armonía con su contexto.
Este proyecto ejemplifica una arquitectura que no solo responde a las necesidades funcionales, sino que también se integra de manera orgánica y sostenible con su entorno, ofreciendo una experiencia sensorial y espacial única.
Fuente: www.archdaily.mx