Punta Majahua se encuentra en un terreno impresionante de 10,000 m2, ubicado en el encantador pueblo de Troncones. Esta área es conocida como una de las mejores playas «ocultas» para surfear en México.

La idea detrás de Punta Majahua fue desarrollar residencias de lujo frente al mar con un diseño arquitectónico orgánico y fluido que se integrara de manera óptima al entorno. El plan maestro del proyecto incluye seis edificios de tres niveles cada uno, con un total de treinta y nueve unidades de cinco a ocho residencias por edificio.

Se ofrece un estacionamiento cubierto, canchas de pádel y tenis, una piscina familiar, un carril de natación semiolímpico, instalaciones administrativas, un gimnasio, espacio para personal de servicio, un huerto para el consumo de los residentes y zonas ajardinadas.

Se dio prioridad a ubicar las residencias en la mejor parte del terreno, aprovechando su ubicación y forma geográfica. Esto permitió colocarlas lo más cerca posible del mar, ofreciendo vistas espectaculares, privacidad entre las unidades y una orientación norte ideal. Esta disposición es óptima en la playa, ya que ayuda a reducir el consumo de energía necesario para enfriar las unidades.

Las viviendas en el primer piso tienen jardines parcialmente privados con acceso exclusivo a la playa. Mientras que las unidades en los pisos superiores se caracterizan por sus impresionantes vistas al mar y a la Sierra Madre desde la fachada trasera.

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El empleo de muros curvos posibilitó una resolución más integrada de los espacios, lo que mejoró significativamente las vistas, orientaciones y ventilación cruzada. Como resultado, se generaron volúmenes con una dinámica y fluidez muy marcadas.

Se procuró alcanzar un equilibrio entre elementos de arquitectura tradicional y contemporánea, con el fin de diseñar residencias que fueran prácticas y sencillas de mantener.

En el proyecto se emplearon materiales típicos del estilo de Zihuatanejo. Se utilizaron mampostería para los muros, bambú y palma seca para las pérgolas y palapas, piedras de río para la decoración de tapetes y zócalos interiores, mármol bruñido para los pisos, y madera de parota y bambú para la carpintería.

El diseño del paisaje del proyecto se fundamentó en el estudio y comprensión del entorno natural local. Dado que la región sufre de escasez de agua, se optó por un paisajismo regenerativo que emplea plantas autóctonas de bajo consumo de agua, capaces de resistir la brisa marina y la salinidad.

Se incluyó la siembra de árboles frutales nativos y se optó por el uso de tepetaje y grava en ciertas áreas para disminuir el consumo de agua. Es importante destacar que el proyecto dispone de su propia planta de tratamiento de aguas residuales para poder reutilizar el agua en el riego.

Punta Majahua se distingue por su armoniosa relación con la naturaleza, lo que sin duda marcó un hito en el desarrollo de la comunidad de Troncones.

Ha ganado reconocimiento y renombre entre los viajeros internacionales que buscan más que simplemente un destino con buenas olas: un estilo de vida distinto y nuevo. Uno más natural y orgánico, en sintonía con los orígenes y las costas del Pacífico mexicano, que proporcionan el entorno ideal para una vida en conexión con la naturaleza.

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Fuente: www.revistadeck.com