
Casa W II: arquitectura en altura
Casa W II ubicada en Nai Mueang, Tailandia representa una reinterpretación audaz de la vivienda unifamiliar tradicional: una casa de 300 m², concluida en 2024, pensada para coincidir con las nuevas necesidades de su propietario, quien deseaba convertir la primera residencia (Casa W I) en casa de invitados y trasladar su vida diaria a un nuevo hogar. Este proyecto surge entonces como una solución contemporánea, flexible y respetuosa del entorno, donde el diseño responde con precisión a un programa de vivienda que prioriza conexión familiar, paisaje y convivencia. Arquitectura que desafía la convencionalidad: la casa suspendida La característica más distintiva de Casa W II radica en su estrategia espacial: la vivienda —aunque de un solo nivel habitable— ha sido elevada a 7 metros sobre el suelo, alcanzando la altura del techo de la casa original. Este gesto arquitectónico crea la sensación de dos pisos, sin sacrificar la unidad espacial. De esta forma, el nivel del suelo se convierte en un jardín cubierto y espacio de esparcimiento libre, incluso pensado para las dos vacas domésticas del propietario, integrando lo rural con lo arquitectónico. La elevación no es mera formalidad, sino respuesta franca a un programa complejo: convivir bajo un mismo techo, preservar la vista a la montaña y mantener uso del terreno al nivel bajo. Espacios continuos, 360° de paisaje y confort elevado La planta superior se organiza con una terraza perimetral y balcón continuo, que permite recorrer la vivienda y obtener vistas panorámicas en 360°, integrando paisaje, aire y luz en la experiencia cotidiana. Incluso la piscina se sitúa en ese nivel elevado, reforzando la idea de una vivienda suspendida que dialoga con el entorno. La fachada y la volumetría responden con un sistema de doble piel: una capa interior de vidrio y una exterior conformada por listones de madera operables, que facultan controlar privacidad, luz y ventilación según la necesidad. Materialidad austera, calidez y armonía interior-exterior El uso del hormigón aparente como material predominante desde el exterior hacia el interior define una estética sobria, honesta y contemporánea. Aun así, el proyecto evita la frialdad: la madera natural de arce






















